Presenté una reforma al Art. 13 de la Ley Especial de Ocursos de Gracia para impedir que los agresores sexuales cuenten con el beneficio de indulto que la Asamblea Legislativa puede otorgar a los condenados por sentencia ejecutoriada “en toda clase de delitos”.
He visto un aumento de peticiones de indulto de ciudadanos condenados por delitos sexuales. Lo más preocupante es que las entidades a las que pedimos opinión antes de indultar han enviado dictámenes favorables a estas personas que no hace mucho violaron, torturaron y sometieron -con uso de fuerza- a sus víctimas. No podemos correr el riesgo de perdonar la pena a un violador que es peligro inminente para la sociedad.